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Lo dice la Biblia
Juan Carlos Rodríguez Gámez
Demasiado a menudo decimos eso de "lo dice la Biblia" y utilizamos las Sagradas Escrituras para justificar
opiniones o actitudes personales. Los Libros que componen la Biblia, desde el Génesis al Apocalipsis, recogen,
primero, las experiencias del Pueblo Hebreo y el fundamental papel de Dios en su historia y, después, la incorporación
de Jesús de Nazaret y de su Buena Noticia, que ilumina y da un nuevo y determinante sentido salvífico a la existencia
personal y comunitaria, tanto de los judíos como del resto de las culturas en todo el Mundo.
Por tanto, cada libro debe ser contextualizado, puesto en situación, ubicarlo en la época y la cultura que se
escribió, para poder comprenderlo, interpretarlo y asumirlo adecuadamente. No es una tarea fácil. El mero hecho de
haber sido escritos en arameo, hebreo y griego, hace casi 2.000 años los más recientes, plantea una serie de dificultades
al traducirlos a nuestras lenguas actuales. Sobre un mismo texto, existen diferentes hipótesis de traducción y por ello,
distintas interpretaciones. Estas no sólo se dan a nivel teológico entre las distintas Iglesias Cristianas, sino a nivel
personal o de corrientes, dentro de una misma confesión religiosa.
Una actitud honesta, es el estudio, la reflexión, la búsqueda de las conclusiones de los estudiosos en la materia,
el conocimiento de las distintas interpretaciones teológicas... y, sobre todo, una disposición orante, a la escucha de lo
que el Espíritu Santo nos "sopla" y nos inspira. Cada vez que leemos o escuchamos la Palabra de Dios, nos llega un
Mensaje salvador, si estamos abiertos a ver y escuchar desde la humildad; si estamos dispuestos a dejarnos modelar por Él.
Pero frecuentemente, esa actitud de búsqueda honesta y humilde, queda anulada por un ego enorme que
pretende justificar y fundamentar con la Palabra de Dios aquello que piensa, siente y hace. Entonces la Biblia se
convierte en un instrumento manipulado al servicio de intereses personales.
Se da la paradoja de que quienes defienden una determinada idea preconcebida y los que defienden la
contraria, ambos encuentran argumentos bíblicos para poner a Dios de su parte, incluso para juzgar y condenar a
quienes piensan lo contrario:
Se defiende la violencia con el "ojo por ojo, diente por diente" y se defiende la paz con el "ama a tus enemigos"
o el "perdona 70 veces 7". Los que entienden que las mujeres son inferiores a los hombres, se agarran al papel de la
mujer en el Antiguo Testamento o a la Carta de San Pablo donde exhorta a las mujeres a no intervenir y a estar calladas
en las asambleas ante los hombres, mientras que también podemos defender la igualdad contemplando el trato
igualitario que Jesús da a todos con independencia de su género. Hasta la esclavitud puede ser defendida con
innumerables versículos de los primeros libros de la Biblia y, a la vez, abolida con la salida de los Israelitas de Egipto o
con las palabras de San Pablo respecto a que, con Cristo ya no hay ni judios ni griegos, ni esclavos ni libres, etc. Lo
mismo pasa con la pobreza, la homosexualidad, la naturaleza castigadora o misericordiosa de Dios, el sacerdocio en las
mujeres y con una gran cantidad de temas abordados en el Libro de Libros.
¿Es entonces La Biblia un jeroglífico indescifrable? Yo creo que el problema no está en ella, sino en nuestra
soberbia. Cuando acudimos a Dios pensando que somos el centro del mundo, creyendo que poseemos la verdad
absoluta y nuestra mente y nuestro corazón están demasiado ocupados en defender nuestras propias posiciones, es muy
difícil dejar espacio a la luz que aporta su Palabra. Entonces la utilizamos, tergiversamos y manipulamos para satisfacer
nuestro ego.
Hacer silencio, ponernos en presencia del Padre, darle la mano a Jesús y dejar que su Santo Espíritu nos
descubra la grandeza del Reino de Dios que está dentro de nosotros, amar siempre ante cualquier duda de interpretación
de su Palabra, siempre amar, es el único camino que podrá disolver la soberbia y la manipulación y la mejor manera de
poder comprender lo que Dios quiere decirnos realmente y se manifieste en nosotros.
sentircristiano.com
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